Inspiradores por el mundo: Luis Ivan Cuende o la evidencia de que para algunas cosas nunca es demasiado tarde. Ni pronto.

Dicen que todo el mundo recuerda a alguien por algún motivo, pues a mi Luís Iván Cuende me recuerda a Rosa Parks. A pesar de las diferencias evidentes: Rosa Parks era mujer, negra, norteamericana y saltó a la fama con 42 años, y Luis es hombre, blanco, español y saltó a la fama con 15;  el motivo es que ambos se parecen en lo esencial: no estaban conformes con la realidad que les tocaba vivir y se enfrentaron a ella: Rosa lo hizo al racismo negándose a ceder su asiento a un blanco en un autobús y Luís Iván Cuende al sistema educativo español, emprendiendo y «evangelizando»: «tenemos que conseguir que quien no tenga trabajo se lo cree» dice a todo aquél que quiera escucharle independientemente de la edad que tenga. Y es que sí, así, como suena, Cuende no puede conducir un coche pero ya es un reconocido emprendedor que predica con el ejemplo.
Todo empezó hace 5 años, cuando Luís tenía 12 y su padre le regaló un CD con el que descubrió el software libre y que programar es divertido. Y como era casi un niño se dedicó a lo que más le divertía que en su caso no era «pasar pantallitas» sino «programarlas» hasta tal punto que con 15 años ganó la primera edición de Hacknow que le reconocía como el mejor Hacker (o lo que es lo mismo: programador para los analfabetos digitales como yo) de Europa menor de 18 años con parte del proyecto Asturix: una distribución de Linux en la que ya trabajan más de 20 personas. Ahora, además, también se encuentra en pleno desarrollo junto a Alberto Elías de una start up Holalabs que ya ha recibido varios premios internacionales
Luís se merece un puesto en mi lista de Navidad para recibir el libro porque tiene una actitud realmente admirable por saber poner su atención en lo que tiene (pasión, ambición y quizás algo de ese hambre que comentaba Steve Jobs) y no en lo que no tiene (desde la mayoría de edad o esa mítica experiencia que debería medirse en intensidad, no en años laborables). Y es que la mayoría de nosotros nos pasamos la vida buscando excusas para no hacer las cosas (desde el mítico no tengo tiempo al no menos mítico no tengo la experiencia suficiente) en lugar de buscar recursos que es exactamente lo que ha hecho Luís. Con su actitud Cuende nos recuerda que es mucho mejor poner la atención en lo que tenemos y no en lo que nos falta y que para la mayoría de cosas nunca es demasiado tarde ni, en el caso de Luís, demasiado pronto.

Inspiradores por el mundo: Juanjo Azcárate o el poder de la actitud

Cuando empecé mi lista de Navidad y comencé a pedir a mis amigos que me dijeran personas inspiradoras para regalarles el libro, mi amigo Jabo cofundador de la Agencia Kids, me dijo que pusiese a quien pusiese, mi lista estaría incompleta si no ponía a Juanjo Azcárate, porque según él Azcárate, al que conoció cuando actuó como padrino de su promoción del MIB, había sido la persona con más actitud que había conocido en su vida…
 
He de reconocer que si bien su nombre me sonaba, no lo conocía demasiado, así que decidí descubrir más de él gracias a internet y al hacerlo sólo pude darle la razón a mi amigo: Juanjo es todo un ejemplo de actitud y de inspiración.
 
Azcárate es heredero de una empresa (nieto del fundador de la mítica CCC), y socio fundador de muchas, entre ellas Contrapunto, Searchmedia. Inesdy, Incube, etc… Le definen como el Gentleman del marketing, pero a mi me gusta mucho más cómo se define así mismo que se considera, entre otras cosas, experto en sonreír: no se me ocurre una especialidad mejor.
 
Su actitud me ha hecho recordar a una novela de Arthur Conan Doyle: El perro de los Baskerville en la que Sherlock descubre el ladrón por algo que no hace el perro: ladrar, por lo que deduce que el asesino pertenece a su entorno familiar. Y es que a veces nos  define tanto lo que hacemos como lo que no hacemos, por eso no me pueden gustar más las máximas de su vida: ni miedo, ni pereza, ni vergüenza que además dan título a su blog. Y es que cada vez que dices «sí» a algo dices «no» a muchas cosas y entre los «síes» de Juajo está el emprender, el innovar, el reinventarse siempre y probablemente tenga unos «síes» tan buenos porque sus «noes» al miedo a la vergüenza y a la pereza son insuperables.

Fiel a esta actitud Juanjo es un gran «inspiritista», nunca deja de aprender y se deja inspirar por lo que pasa a su alrededor. Por ejemplo es sus charlas sobre innovación y economía digital, para hablar de cómo la tecnología ha cambiado nuestra vida no habla de Steve Jobs, habla de Albert y Nerea, sus profesores de gimnasia (no le gusta llamarles entrenadores personales) que consiguen lo que él considera más importante: que los clientes se sientan cuidados. De hecho considera que la tecnología sirve para crear proximidad y que ya que todos tenemos la tecnología al alcance de la mano es el momento de aprender a ponerle corazón.
 
Azcárate Es un hombre de ideas, pero sobre todo es un hombre de acción: está convencido de que lo más importante es ser capaz de pasar “de las musas al teatro”  y tiene una visión de la formación que debería tatuarse el ministro de educación: donde la creatividad y la actitud, son el nuevo ecosistema que genera la educación del futuro, porque tiene claro que el examen está en la vida.
 
Su actitud es tremendamente inspiradora y nos invita a la acción que es lo que resulta cuando no se tiene ni miedo, ni vergüenza, ni pereza. Cuando le preguntan a Azcárate que quién le ha inspirado más en la vida suele contestar que su abuelo que le decía:
– “Llegarás donde quieras llegar. Serás lo que crees que puedes ser. Casi todo va a depender de ti. No culpes a nadie. Tú eres quien ha de poner los medios y el esfuerzo…”
 Estoy convencida de que la actitud es contagiosa así que invito a todo el mundo a leer su  blog donde además de artículos hay vídeos de sus conferencias y es que siempre he pensado que tener conocimientos, suma, pero que tener actitud, multiplica y la vida de Azcárate es el resultado de no dejar de multiplicar nunca. 

Inspiradores por el Mundo: Omar Fuentes Y Gabriel Guerrero o el poder del pensamiento crítico.

Una vez escuché a alguien decir que un profesor enseña lo que sabe y un maestro lo que es, así que hoy voy a hablar de dos maestros. Son como Batman y Robin, como Sherlock y su querido Watson (cuyos papeles intercambian a cada rato), son dos personas que juntas parecen más de dos, son Omar Fuentes y Gabriel Guerrero.
Ya he dicho muchas veces que soy una «Yonqui de la formación», que me encanta aprender cosas… Pero por mucho que me encante cada vez la oferta de formación es más amplia y elegir una buena se ha convertido en algo muy parecido a elegir un buen restaurante: sólo hay una clave para acertar, tener claro los criterios. Por ejemplo, para elegir el restaurante te puedes fijar en si el cocinero es conocido a no, en la relación calidad precio, en la ubicación del mismo, en si tiene garaje, estrellas Michelin, etc… Depende de lo que busques un restaurante será mejor que otro, sin duda.
Pues yo de una formación busco maestros no profesores, personas que enseñan algo más que contenidos, que sean coherentes con lo que enseñan y que lo que aprenda tenga un uso práctico. También he reconocer que soy una obsesionada del lenguaje, así que cuando escuché el título de la formación que impartían Omar y Gabo no me pude resistir: «Preparación Verbal». ¿Quién podría? Y cuando empecé a investigar un poco de ellos en internet, mucho menos. Al hacerlo descubrí que son los fundadores de una disciplina llamada Neuro-ingeniería del Comportamiento Humano (NICH) que estudia la relación que hay entre nuestra forma de pensar y nuestra forma de actuar, es decir, el por qué de nuestra forma de comportarnos.Me flipa la NICH porque predica con lo que es: la Nich nace de aplicar el pensamiento crítico a la mayoría de disciplinas que estudian el comportamiento humano (entre ellas la PNL (programación neurolingüística)) y una de las primeras cosas que enseña es a pensar de forma crítica, a cuestionar cada una de las cosas que dicen y que dices. Sí has leído bien, lo primero que enseñan es a cuestionar los contenidos, no a aprenderlos de memoria como en la mayoría de disciplinas.

Por ejemplo la PNL defiende que las palabras que usamos en nuestra forma de pensar tienen un impacto literal en nuestro pensamiento. Por eso en muchas formaciones de PNL se habla de la importancia de elegir bien las palabras y una de las palabras que menos aconsejan usar es la palabra «NO». Este consejo lo suelen acompañar con un ejemplo. El más típico es pedir a la gente que NO piense en un elefante azul. E irremediablemente todo el mundo acaba pensando en un elefante azul. A continuación se suele decir que el cerebro NO procesa la palabra «No» y que por eso es mucho mejor comunicarnos con frases que no la contengan y que sin embargo signifiquen lo mismo. Por ejemplo cambiar un «no llegues tarde» por un «vuelve pronto». La NICH No está de acuerdo con esta premisa, de hecho les parece muy divertida la propia incoherencia de la premisa «el cerebro NO procesa la palabra «NO»». ¿y justo como no la procesa tienes que utilizarla para decir que no la procesa? ¿?¿?

A diferencia de la PNL que habla del impacto literal que las palabras tienen en el cerebro, la NICH estudia la importancia de la interacción entre las palabras, la palabra «no» por sí sola no tiene sentido, sin embargo tiene muchísimo sentido relacionado con el resto de palabras de una frase, sino todos habríamos muerto atropellados al no hacer caso a nuestros padres cuando nos pedían que no cruzásemos la calle con el semáforo en rojo, no?. Y es que las palabras que usamos para comunicarnos importan. Mucho. Pero la forma en las que las combinamos, también. Me explico:  a pesar de que la frase “la paella estaba deliciosa, pero seguro que engorda” y la frase “seguro que engorda, pero la paella estaba deliciosa” comparten exactamente las mismas palabras ambas producen, sin embargo, impactos muy distintos. La NICH no sólo nos invita a elegir con cuidado las palabras que usamos sino también el modo en que las combinamos: su estructura.

La NICH es una disciplina interesantísima e invito desde aquí a la gente a que se anime a conocerla… Pero si Omar y Gabo aparecen en mi lista de Navidad por supuesto que también es por haber fundado esta nueva disciplina, pero sobre todo, por la actitud que les llevó a fundarla. La actitud que en el libro protagoniza el protagonista del Corto Maltés que cuando cuando de pequeño su madre gitana le lee la mano y ve que no tiene línea de la fortuna decide coger una navaja y trazársela él mismo. Omar y Gabo fueron capaces de cuestionar lo que era aceptado por todo el mundo y justo por eso fueron capaces de mejorar un conocimiento. Desde pequeños nos dicen que criticar es malo, sin embargo el pensamiento crítico es el primer paso para mejorar las cosas. Si todos pensásemos un poco como ellos el telediario hablaría de otras cosas.

Inspiradores por el Mundo: Xisela López o cómo convertir lo cotidiano en especial

Siguiendo con mi lista de Navidad hoy le toca recibir un libro a Xisela López.

Una de las mejores cosas de haber trabajado en una agencia de publicidad es «el nivel» del muro de Facebook. Todo el mundo conoce a alguien que hace cosas bonitas y las comparte. Y yo conocía a Eva Galán, una de esas personas cuyo apellido avisa de cómo es ella: una de las ejecutivas de cuentas más encantadora que he conocido nunca. Y Eva Galán conocía a Xisela López y un día colgó en su muro de Facebook este blog: http://expuelitas.blogspot.com.es/ y me enganché, como me imagino que se engancharon nuestras abuelas a las novelas radiofónicas, o hace un tiempo los modernos a Lost. Xisela abrió un blog que actualizaba cada día para contar «Una historia de amor escrita en lenguaje SMS una historia carente de superlativos una historia sujeta al ahorro de caracteres, al abuso de los puntos suspensivos«

Me flipó por hacer de algo tan cotidiano -los sms- algo tan especial:   «Una historia de amor única, como lo son todas en realidad», como ella misma dice.
De hecho es una historia tan grande que ha sido capaz de crear historias aún más grandes todavía: historias de verdad (fui testigo de cómo una pareja surgió a raíz de comentar ese blog, que por cierto, ahora también es libro (el cómo se publica en papel también es otra  historia)  y se puede comprar aquí. )
Al leer su blog me quedó claro que Xisela sabía transmitir emociones, por eso no me sorprendió nada que justo el día que la conocí -en una entrega de premios de publicidad- me enterara de que era la autora de mi anuncio favorito de ese año y recibiera varios premios por él. El anuncio que no puede ser más sencillo y al mismo tiempo más eficaz, por emotivo y verdadero, es para la lucha contra el Alzeihmer y forma parte de la campaña de la Asociación de familiares enfermos de Alzeihmer para concienciar a la sociedad contra la enfermedad y, desde luego, logra ponerte a las personas en la piel de los enfermos. Literalmente:

acción street marketing para luchar contra el Alzeihmer

Muchos premios han llovido desde entonces, de hecho a día de hoy es directora creativa de la Sra Rushmore (el equivalente a un Barça o Madrid del fútbol) y su «palmarés» no deja de crecer.Pero la verdad es que no le he querido regalar el libro a Xisela sólo porque me flipe su capacidad de contar historias, de convertir lo cotidiano en especial (que también), sino además por su versatilidad y su valentía. Xisela es muy buena haciendo anuncios, es evidente, por eso hay que ser muy valiente para atreverse a hacer lo que sabe hacer tan bien -contar historias- en otros formatos. Desconozco si su «libro-blog» se ha llevado algún premio, pero si sé que su incursión en el cine como coautora de la idea del cortometraje «Dime que yo» de Mateo Gil ganó el Goya al mejor corto de ficción del 2009. Por cierto te recomiendo verlo: toca esa cosa que se supone que llevamos todo dentro que se llama fibra:

Dime que yo (2008) cortometraje

Hace poco escuché una frase que decía que no se puede hacer buenos negocios con malas personas, pues creo que también hay una relación entre buenas ideas y ser buena persona. Xisela es una de esas personas a las que da gusto conocer y forma parte de mi  lista de Navidad porque es un claro ejemplo de que ser valiente y atreverse a hacer cosas nuevas tiene su recompensa: a ella -como mínimo- un Goya, y además, porque nos recuerda que innovar es como contar buenas historias: no importa el material con el que partas, sino lo que haces con él, por eso, si tuviese que resumir la actitud de Xisela capaz de encontrar inspiración en lo más cotidiano diría algo así como que la inspiración, como la belleza, está en los ojos del que mira.

Una historia de inspiración hecha libro

Hoy hace justo un año que acabé de escribir Inspiritismo. Me acuerdo perfectamente porque decidí acabar de escribir el libro tal día como hoy hace un año, porque hace un año hoy fue el primer cumpleaños de mi padre que pasamos sin él. Así que decidí que «comprar una corbata» ya no tendría sentido, pero hacer algo de lo que se sintiese orgulloso, sí: así que me esforcé en acabar el libro que empecé a escribir antes de que se muriera.
La verdad es que el libro nació como una especie de manual de creatividad para empresas cuyo único objetivo era compartir que la creatividad, como la vida, no es cuestión de técnica sino de actitud, porque las técnicas se olvidan y las actitudes se contagian. Y se contagian porque inspiran. El caso es que mi paso por Shackleton (una de las agencias de publicidad más prestigiosas de España) me dio la oportunidad de conocer a gente muy brillante a la que nunca vi usar conscientemente ni una sola técnica de creatividad, sin embargo había una cosa de la que no se podía prescindir: la inspiración y eso me dio la idea de escribir un libro lleno de estímulos creativos (la materia prima de la creatividad) ordenados en actitudes inspiradoras
Pero mientras escribía este libro mi padre se mudó a un ático en el cielo con mi madre. Y me di cuenta de que mi padre ha sido la persona que más me ha inspirado en este mundo. No a tener ideas creativas, pero sí a ser más feliz. Así que un libro con el nombre de Inspiritismo y que estaba dedicado al poder de la inspiración, me parecía incompleto si sólo hablaba de cómo aumentar el potencial creativo de las personas y no la capacidad de ser felices, que al fin y al cabo, es la más importante. Y no sólo es que sea más importante, es que además todos somos profesionales a tiempo parcial y personas a tiempo completo por lo que resulta imprescindible aprender a vivir con una actitud que haga la vida más fácil y más feliz a la gente que nos rodea y, lo más importante, a nosotros mismos. Y por ello decidí hablar de la creatividad a nivel profesional y también a nivel personal. 

El caso es que estoy convencida de que todo el mundo nace con un Don. Y también estoy convencida de que mi don no es la escritura. ni la música, ni el baile. Mi don es aprender, y en el libro comparto un montón de cosas que me ha enseñado gente muy brillante, pero justo hoy me he dado cuenta de que el libro en sí mismo (la forma en que se ha publicado) me ha enseñado un par de cosas que quería compartir:
 
– Primero me ha enseñado a sentirte orgulloso de lo que haces y a COMPARTIRLO. 
Me explico: cuando acabé de escribir el libro se lo mandé a varias personas a las que admiraba para que me dieran su opinión y lo mejoraran. Y gracias a eso me pasó una cosa muy curiosa: un día estaba en Barcelona en la despedida de soltera de una amiga mía esperando a que llegase todo el mundo para empezar un Tuppersex cuando de repente me llega al móvil el email de un amigo mío. Yo, que no conocía a mucha gente decidí hacer eso de tan mala educación de leer mails cuando no estás sola y lo que leí me impactó. En el mail mi amigo, que es copy (redactor creativo) y escribe mejor que bien me decía cosas técnicas en plan qué conceptos se podrían cerrar mejor, qué cosas no se entendían claramente, etc… Pero cerraba su email con un comentario que me impresionó. Yo en el libro hablo un poco de mi familia y él me decía algo así como que «tengo un problema con tu libro, me parece poco creíble porque tu familia es increíble» y claro no pude hacer otra cosa que contar ese comentario en voz alta (no sabía si era uno de los piropos más bonitos que me habían dicho nunca, o tomármelo como todo lo contrario, ya que cuando escribes un libro la finalidad última es que te entiendan)  y dio la casualidad que una de las chicas me empezó a hacer preguntas sobre el libro hasta que finalmente me dijo que trabajaba en Planeta y que le mandara el manuscrito. Moraleja no existe un lugar inadecuado para compartir tus proyectos. 
 
También me ha enseñado a que es bueno decir lo que piensas.
Me explico: yo todos los años por mi cumpleaños me regalo tres cosas: algo que no haya hecho nunca, algo que me encante hacer y unos zapatos. En el apartado de «Algo que no haya hecho nunca» hace cuatro años le mandé un email a Juan Carlos Cubeiro , me había leído varios de sus libros (como muchos empecé con el genial La sensación de fluidez) y también me hice fan de su blog hablemos de talento así que decidí mandarle un email cuyo asunto era: Hablemos de Arquímedes, y le contaba que Arquímedes sólo pedía un punto de apoyo para mover el mundo y que yo lo único que le pedía era la oportunidad de poder invitarle a un café para contarle una cosa que tenía en mente porque me interesaba mucho su opinión (no era el libro). El caso es que Juan Carlos no sólo no borró el mensaje sino que aceptó ese café dando pie a una amistad que sigue viva a día de hoy y de la que no puedo sentirme más orgullosa. Ya he dicho antes que mandé el manuscrito a gente a la que admiraba y claro, a Juan Carlos también se lo mandé y fue él quien valientemente me puso en contacto con su editor, Roger Domingo, quien también muy valientemente me invitó a reunirnos, y fruto de esa reunión hoy está el libro en las estanterías de la Fnac, Corte Inglés, Casa del libro etc…  
 
El caso es que de alguna forma fue gracias a un autoregalo de cumpleaños que me hice hace unos años que hoy tengo una maravillosa amistad con Juan Carlos Cubeiro y un libro en las librerías que, si os ha gustado lo que habéis leído, también podéis comprar  aquí.
 
Aprovecho un día tan especial para agradecer a todos los que han hecho posible el libro su participación: Juan Carlos Cubeiro, Roger Domingo, Sira Coll, Paula Carrión, Montse Salcedo, Rubés Turienzo, Sergio Fernández y Paco Roca.
Y os animo a haceros autoregalos de esos que no se pueden cambiar en el Corte inglés.

Me despido con unas palabras de Henry Miller que conocí gracias a mi amiga Patricia Mínguez y a una preciosa dedicatoria: según Henry Miller «El significado de un libro radica en que dé una nueva forma al mundo a través del individuo que lo lea» … y la verdad es que para mi el final del libro lo pone quien lo lee. Os deseo muchos finales felices.

Inspiradores por el mundo: Ricardo Colloto (@taxioviedo) innovación sobre ruedas

Si Telecinco arrancaba sus 12 meses, 12 causas con Enero, yo arranco mis 20 libros, 20 inspiradores con Ricardo Colloto más conocido como Rixar y más conocido aún como @taxioviedo. ¿que por qué quiero regalarle el libro a @taxioviedo? Pues por un montón de motivos. De hecho, supe de él cuando el libro ya se estaba editando porque sino muy probablemente aparecería en él.
A Rixar le conocí a través de twitter: mi editor @RogerDomingo hizo un comentario muy amable sobre mi blog y a los pocos minutos @taxioviedo estaba comentando uno de mis post en twitter. Y claro, me sorprendió mucho su nick y no pude resistirme a conocer más de él. Me encanta conocer gente nueva y debo reconocer que me flipa conocerla a través de twitter. Puede que twitter tenga muchas desventajas con respecto al mundo real, pero tiene una ventaja indiscutible: el apartado dedicado a la biografía. Es increíble como la gente puede decir tanto de sí mismos en apenas 160 caracteres y Rixar ha sabido explicar en tan poco espacio por qué es tan diferente, y además en una sola frase:
 
No hago cosas extraordinarias sino cosas ordinarias de forma extraordinaria
 
Rixar es taxista, pero por encima de todo es CONDUCTOR, literalmente. De su taxi, sí, es cierto, pero también -y mucho más- de su destino. Rixar es el claro ejemplo de que no existe la profesión en la que no se pueda innovar. Gracias a Google es muy fácil reconocer a un innovador. Basta con poner el nombre de una persona y luego contar las veces que sale a su lado expresiones como «Fue el primero que» o «Nunca antes».  Rixar es reconocido como el primer taxista 2.0, tiene web, facebook, Google plus, Linkedin y Foursquare: de hecho fue el primer taxista que lanzó dentro de su vehículo una estrategia de marketing de geolocalización a través Foursquare. Fue pionero en el pago con NFC (lo que viene siendo pago a través del móvil) Y en tener en sus puertas traseras un código QR que subasta en Ebay cada dos meses. También innovó al tener su propia aplicación que hasta puedes bajarte en Itunes en la que ofrece información relevante sobre Oviedo y Asturias en varios idiomas rutas turísticas, hoteles, resturantes, etc, además de la forma de contactar con él, claro. Por si esto fuera poco también ha sido el primer taxista en ganar un premio a la mejor web autónomo o micro empresa de Asturias y también ha ganado el premio Cibermax en la categoría de medio ambiente por un plan de Responsabilidad Social Empresarial desarrollado por www.miltrescientosgramos.com,  donde competía con empresas de la talla de Adecco, Indra, Fundación Telefónica o Antena3.
 
Pero además, en su afán de hacer cosas ordinarias de forma extraordinaria en su taxi tiene WIFI, pago con tarjeta, facturación online, sillas para niños sin suplementos, cinturón para embarazadas… Rixar es feliz haciendo feliz, debe ser por eso que dice que su modelo de negocio se basa en la felicidad.
 
No tengo el placer de haber conocido en persona a Rixar, pero opino que Asturias debería añadir entre sus atractivos turísticos el taxi de Rixar, debe ser toda un experiencia. Rixar ya es muy reconocido como emprendedor e innovador y ha dado muchas charlas al respecto incluso en universidades de Estado Unidos. Pero para mi Rixar es toda una actitud que se resume en una sola frase que es la que él mismo utiliza en Linkedin para describir su estado actual: Inventando el taxi 3.0 
…Porque innovar es un verbo que se conjuga en gerundio.

MI LISTA DE NAVIDAD

Como muchos sabéis Inspiritismo es el primer libro que escribo, así que la mayoría de cosas son nuevas para mí. Una de las cosas que no sabía es que la editorial te manda 20 libros para que los regales a tus compromisos. El caso es que yo he intentado regalarlo a mis compromisos pero me he encontrado con que a la mayoría les hace muchísima ilusión comprarlo (creo que algunos incluso más que leerlo) así que tengo 20 libros con los que no sé muy bien qué hacer, y he pensado que como estamos en Navidad y el libro se llama Inspiritismo sería bonito regalárselo a gente que considero que es muy inspiradora, al menos para mí. La idea es hacer una lista para los reyes magos pero al revés: en la lista no habrá artículos para que me regalen, sino personas «que se han portado muy bien y que han inspirado mucho» a las que quiero regalar un artículo: el libro.
La lista no está confeccionada del todo así que se admiten sugerencias. Lo que sí os puedo adelantar es que es una lista cuyos componentes lo único que tienen en común es eso, que son muy inspiradores (y que hablan español, claro). Nada más, no comparten ni profesión, ni edad, ni reconocimiento profesional: los hay muy reconocidos y otros que todavía no lo son tanto. La idea es enviar un libro y dedicar un post a cada uno de ellos, porque la inspiración, como las cosas buenas, es mejor cuando se comparte.
Además en el libro digo que las palabras son un poco como las canciones, porque son capaces de contagiar un estado de ánimo. Pues exactamente lo mismo pienso de las actitudes, que son muy contagiosas, así que lo que viene a continuación sería una especia de Play list de algunas de mis «canciones favoritas».
Disfruten.

-Mamá quiero triunfar- -Pues cariño, haz lo que te gusta-

El otro día asistí a una genial  tertulia artística organizada por Art & Fun que giraba en torno a Andy Warhol en la que dijeron algo que me impactó. Comentaron que a Warhol no le dio por pintar objetos cotidianos porque quería retratar pseudobodegones del siglo XX, o desafiar el concepto del arte en aquel momento al retratar un producto de masas más propio de un cartel de publicidad que de una obra de museo… el principal motivo por el que a Andy Warhol le dio por pintar las ya archifamosas sopas Campbel se debe a que uno de sus profesores le dio un consejo que él siguió a rajatabla. Su profesor le dijo: -pinta lo que te guste-. Y a Warhol le encantaba esta sopa. Así que casi podríamos decir que es al consejo de un profesor a un alumno al que le debemos el nacimiento del arte POP.
Y es que la mayoría de personas que han triunfado en diferentes profesiones tienen una única cosa en común: les encanta lo que hacen. Así de sencillo. Pero quizás el ejemplo que mejor ilustre esta intrínseca relación no lo protagonice Warhol y su sopa, o Jobs y sus tipografías sino Albert Payson Terhune y su perro. Y es que según cuenta Isaac Asimov en el libro de los sucesos Albert Payson Terhune es uno de los escritores más famosos del siglo XX en EEUU; De joven supo que quería dedicarse a ser escritor pero no sabía muy bien sobre qué escribir, así que «con más huevos que neuronas» decidió que una buena idea para escribir un libro sería ingresar en una leprosería para conseguir material para una novela y sí consiguió material pero no consiguió triunfar. Sin embargo Albert no cambió su idea de acabar siendo un famoso escritor pero sí cambió el tema sobre el que escribir. Después de su experiencia en la leprosería pensó que sería interesante ponerse en la piel de un boxeador así que decidió luchar contra seis de los mejores boxeadores de peso pesado de la época. Pero ni con esas. Así que Albert después de experimentar escribir sobre experiencias desconocidas y desagradables para él decidió darse una tregua y escribir sobre algo que conocía y que le gustaba: su perro. Su primer libro sobre su perro se editó en 1919 fue un best seller que incluso a día de hoy sigue publicándose.

Es evidente que el hecho de que te guste algo no implica que vayas a triunfar en ese algo, sin embargo si parece que es un requisito -que aunque no único- sí resulta imprescindible.

¿Y tú, estás haciendo el Koi?

 
Estoy convencida de que al diccionario español le faltan palabras…  Propongo una nueva expresión para describir un comportamiento cada vez más extendido: hacer el koi.
 
Curiosamente en el idioma español usamos muy a menudo el nombre de animales para insultarnos. Hay miles de ejemplos: decimos que alguien es un burro cuando lo consideramos poco dotado intelectualmente, que es un perro cuando es un vago, o una perra, cuando una mujer tiene un comportamiento mezquino o es “cariñosa de más” con varios varones… Cuando alguien está haciendo una guarrada, le pedimos que deje de comportarse como un cerdo, pero si lo que hace es una locura, le sugerimos que deje de hacer el cabra… Pues a este tipo de insultos deberíamos añadir uno más que tendríamos que usar cuando nuestro comportamiento es conformista, cobarde y limitado. Para señalar este tipo de conducta en alguien y pedirle que acabe con ella podríamos usar la expresión de “deja de hacer el koi” o “no seas koi”…
El Koi es un tipo de carpa muy común en Japón que suele llenar los brazos tatuados y las peceras de los estanques de los parques japoneses con sus vistosos colores… Los hay de muchos tamaños… y lo que tienen de especial  es que su tamaño -que puede variar de pocos centímetros a más de un metro- no depende de la alimentación o de “la raza” de la carpa, depende del tamaño del estanque. Si pones carpas Koi en un acuario o en un estanque pequeño serán pequeñas, si las pones en una pecera o en un estanque más grande, serán más grandes, crecerán más. Las carpas autolimitan su crecimiento según el lugar donde estén, y nosotros también nos autolimitados demasiadas veces, ya que no crecemos basándonos en nuestro potencial, sino en las circunstancias que nos rodean que, pocas veces, nos atrevemos a cambiar.
 
Nuestra pecera es la realidad que nos rodea, cómo interpretamos esa realidad y todo aquello que entra dentro de nuestra “normalidad”, por lo que para poder deslizarnos con tranquilidad por esa pecera lo que hacemos es volvernos un pelín más pequeños que esa “normalidad” y lo que pasa es que nos volvemos un poco “sub-normales”
 
Y es que a veces nuestro mayor lastre, lo que más nos impide avanzar tanto personal como profesionalmente (pasar de la pecera al estanque) es la expectativa ilusoria de mantener el control. Perder el control nos asusta porque no somos conscientes de que sólo controlamos lo que conocemos porque apoyamos nuestra seguridad en las circunstancias, en el entorno, no en nosotros mismos, en nuestras capacidades.
 
Dejar de pensar que la seguridad depende de las circunstancias y darnos cuenta de que de lo único de lo que depende es de nuestra forma de pensar es dejar de hacer el Koi.. 

 
¿Y tú, estás haciendo el koi?
 
Este es un extracto del libro Inspiritismo que está lleno de actitues temendamente inspiradoras para que cada vez hagamos un poquito menos el koi, y un poquito más grande nuestra pecera hasta que, finalmente, demos el salto al estanque. Si te gusta lo que has leído y quieres leer más puedes comprar también el libro aquí

"Cumplehitos Feliz"

No me gustan los cumpleaños… Siempre he pensado que celebrar cumplir años es el equivalente a celebrar pasar de curso en la ESO… De hecho reconozco que me gustan tan poco los cumpleaños que hace tiempo mis amigos una vez hartos de no poder celebrar mi cumpleaños decidieron celebrar el día de su no cumpleaños el día del mío. Por eso me hizo mucha gracia cuando me contaron que existen tribus aborígenes de diferentes lugares que en lugar de celebrar cumplir años, celebraban cumplir logros... Y lo mejor, es que era el mismo «cumplelogrero» el que decide qué logro celebrar y cuándo. La celebración no la dicta una fecha en el calendario que lo único que indica es un crecimiento biológico, la celebración la dicta la sensación de haber alcanzado un logro lo suficientemente importante para compartirlo con los demás, para celebrarlo…
Me pareció una genialidad… Creo que es mucho más importante cumplir sueños que años… Y sólo hay un único requisito imprescindible para cumplir sueños: soñar. Y sólo hay un único requisito imprescindible para cumplir deseos: desear.
Hace un tiempo yo soñé (muy a lo Martin Luther king) que algún día publicaría un libro. Y ese día ha sido hoy. Pero era un sueño tan tan grande y me parecía tan tan difícil que en realidad era un «hito»: por eso hoy es mi cumplehitos. Y he podido celebrarlo muy bien acompañadas con personas que han decidido compartir este momento. De hecho hemos hecho una especie de «ritual». Hemos pensado que lo que bien empieza bien acaba, así que hemos decidido ir a la Fnac y agotar las existencias del libro (Muy a lo 50 sombras de Grey). Y al hacerlo nos hemos echado unas risas. Y hemos decidido que a partir de hoy íbamos a esforzarnos en cumplir más hitos que años.
En este sentido el mundo de la creatividad tiene mucho enseñarnos: para tener buenas ideas es necesario tener muchas ideas. Y es que muchas veces las ideas geniales son tan grandes que no nos dejan ver al montón de ideas que han sido necesarias (muchas de ellas pueden parecer muy malas) para que salga una idea buena.
Pues algo parecido pasa con los sueños y con los deseos: cuantos más deseos tengas (y aquí es verdad que el tamaño no importa) más sueños cumplirás. Matemático.
Y lo dicho, que sólo hay un único requisito imprescindible para cumplir deseos: desear.Y muchísimas gracias a todas las personas que han hecho este «cumplehitos» posible.