La mayoría de grandes marcas han sido capaces de resumir su filosofía de vida en pocas palabras: «Think different» Apple, «La chispa de la vida», Cocacola, Just do it, Nike… Quizás las épocas no sean tan diferentes de las marcas y también puedan resumirse en un slogan… aunque probablemente las épocas sean más cambiantes que las identidades de las marcas y justo ahora estemos en un cambio de época. Durante los últimos 15 años en los que hemos asistido a una multiplicación de posibilidades, probablemente el slogan que mejor habría resumido ese momento, y que ha sonado como un mantra en el mundo empresarial sea: THINK BIG. Piensa en grande. Ya no hay límites, el mundo está lleno de posibilidades, todo está por crear, etc… Y está muy bien, pero creo que después de la «fiesta», viene la «resaca»… Ya no es tan fácil conseguir financiación, ni el mercado está tan receptivo, así que quizás estamos asistiendo a un cambio de tendencia: la gente está dejando el Think BIG por el think PIG. ¿Y qué es el Think Pig?. Tiremos de sabiduría popular. Hay una frase muy famosa que dice que «del cerdo se aprovecha todo, hasta los andares». Y no es ninguna exageración, ya que además de hacer referencia a que toda su carne sirve de ingrediente para un plato u otro, esta frase se cumple más que literalmente ya que partes del cerdo se usan para cosas sorprendentes como su piel para aprender a tatuar y su pelo para hacer jerséis (sólo de una especie en concreto típica de Hungría, pero cuenta)
Así que Thinking Pig es pensar cómo sacar provecho de absolutamente todo lo que nos rodea: desde algo que nos viene dado y que no podemos evitar, a una circunstancia inesperada, a una conducta reiterativa y porqué no, hasta de lo que consideramos desechos…
Empecemos por los desechos. Teniendo al cerdo como Gurú empresarial, podemos recordar cómo nuestros abuelos usaban sus desechos como abono… Y es que aunque no podamos evitarlo vivimos en una sociedad en la que generamos mucha basura, por eso me gusta tanto que cada vez haya más ejemplos de como transformar lo que «sobra» en algo útil. Aquí van dos:
Una marca de cigarrillos cuya colilla contiene semillas de flores. Desde luego no mejora el hábito de fumar pero sí el impacto que fumar produce en la naturaleza.
Otro ejemplo es una campaña muy bonita que hace un tiempo protagonizaron los tornillos de Balay. Y es que las trabajadoras de esta fábrica pensaron en dar valor a las piezas que sobraban convirtiéndolas en joyas y vendiéndolas para productos solidarios:
Pero es que el think pig no habla sólo de desechos, habla también de cosas que pasan desapercibidas, esa que se hacen todos los días y que sólo se valoran cuando dejan de hacerse… por eso es tan bonito detectarlas y darles valor, como hicieron los limpia cristales de este hospital infantil:
O a veces simplemente consiste en convertir algo inesperado y a primera vista malo, como un robo, en algo valioso como un anuncio. Tal y como hizo Bernie Ecclestone cuando le robaron el reloj, que aprovechó su cara maltrecha tras el robo como reclamo publicitario:
Desconozco si al igual que los humanos usamos a los animales para insultarnos unos a otros, los animales hacen lo propio con los humanos. A saber, desde luego no parece una tarea complicada… Curiosamente en inglés hay una expresión que usa a los cerdos como protagonistas y se usa para mostrar incredulidad: Cuando alguien duda de algo porque le parece imposible, suele decir: And the pigs Fly. Y thinking pig no habla de imposibles cerdos voladores, pero sí de dejar volar nuestra imaginación y tener el valor de dar valor a cosas que pasan desapercibidas y encontrar así nuevas posibilidades. ¿Te atreves?