Inteligencia militar no es oxímoron

Es curioso, el diccionario de la Rae se empeña en ignorar palabras que usamos diariamente y sin embargo conserva en sus páginas palabras a prueba del desuso. Oxímoron es una palabra que pertenece a ese segundo grupo. Quizás la estudiamos en lengua en 5º de EGB, pero la mayoría la olvidamos en 6º…
según la academia famosa por limpiar, fijar y dar esplendor Oxímoron es una combinación en una misma estructura sintáctica de dos palabras o expresiones de significado opuesto, que originan un nuevo sentido; p. ej. un silencio atronador. De ahí la broma que se suele utilizar cuando se habla de «inteligencia militar», sin embargo, se podrán meter mucho con el mundo del ejército pero es innegable que a veces tienen genialidades que, por muy tontas que parezcan, no dejan de ser genialidades.
Y una de esas cosas tontamente geniales es la que cuentan en el más que recomendable libro «ideas que pegan» de Chip & Dan Heath . Desde siempre la estrategia y la planificación han estado estrechamente ligadas al mundo militar. De hecho a muchos militares han pasado a la historia más que como militares como estrategas. El caso es que llegó un punto es que el grado de planificación era tan extremadamente detallado y minuciosos que de alguna forma dejó de ser eficaz, porque tal y como se dice en el ejército «Ningún plan sobrevive al contacto con el enemigo» así que para contrarrestar este efecto en los años 80 el ejército estadounidense adaptó su proceso de planificación e inventó un concepto que a mi me parece una absoluta genialidad que llamaron Intención del Comandante (IC)

Le idea era acompañar los minuciosos planes con una breve instrucción en el membrete precisando el objetivo final de la operación. Por ejemplo una IC podría ser «Quebrantar la voluntad del enemigo en la región suroeste» y luego, cada grupo dependiendo de su situación recibiría órdenes mucho más concretas, por lo que la IC orienta a los soldados al resultado final,  no a las acciones que deben seguir paso a paso y que pueden quedar desfasadas en cualquier momento ya que la improvisación forma parte del día. Y saber lo que quieres conseguir, no sólo la acción precisa y aislada que te han mandado ayuda más que mucho a obtener la victoria.
Me ha encantado el concepto de Intención del Coronel. Creo que las empresas irían mejor si se comunicasen usando este código. Y no sólo las empresas, también las personas. Siempre me ha hecho mucha gracia las películas de Woody Allen cuando dobla los diálogos con subtítulos para traducir una conversación nimia en lo que realmente quieren decir. Pues si todos usásemos la IC las pelis de Woody serían más aburridas, pero nuestra vida sería más fácil.
La IC de este post es simplemente recordar que no hay que confundir tareas con metas, que las metas motivan más y mejor. Y mucho más y mucho mejor si están formuladas de forma sencilla.

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