Stalin decía que una única muerte es una tragedia, pero que un millón de muertes son una estadística. Cuando hablamos de ideas que han revolucionado el mundo siempre pensamos en estadísticas, en ideas revolucionarias que han cambiado millones de vidas como internet, el coche, etc… Pero si lo contrario de tragedia es milagro, se nos olvida que hay ideas que probablemente no sean una revolución y que nunca se conviertan en una estadística, pero que sin lugar a dudas, son un milagro. Son ideas que no cambian la forma de vida de muchas personas, sino que cambian la vida de al menos una persona, pero de forma espectacular, porque después de llevar a cabo esa idea la vida de esa persona es otra . Y hoy quería hablar de una de esas ideas milagro que como mínimo ha cambiado dos vidas: la de Fran Guijarro y la de Moses Carbins. A Fran Guijarro no le conozco personalmente, pero sí conozco a un montón de gente que le admira y le quiere a partes iguales, y eso ya es suficiente. Y a Moses lo conozco a través de Fran. Fran y su equipo cambiaron la vida de Moses, un vagabundo que vive en las calles de San Francisco durante más de dos décadas, cuando hace unos años le eligieron como protagonista del corto I wish, con el que ganaron el premio del público de Notodofilfest. Un corto donde Moses y el optimismo comparten protagonismo si es que logras averiguar cuando acaba uno y empieza el otro.
Fran y su equipo tuvieron una «idea milagro» porque cambiaron la forma de ganarse la vida de Moses, recordándonos que los deseos de unos pueden ayudar a cumplir los deseos de otros. Esa «idea milagro» que tomó vida en forma de corto cambió la vida de Moses. Y convertir ese corto en largo contando cómo ha cambiado de verdad después de 5 años puede cambiar la nuestra. Moses y Fran y su equipo no piden limosna, piden colaboración para poder contar esta historia al mundo. Porque la inspiración puede esconderse en cualquier lugar, y parece que ha decidido este documental que necesita la ayuda de todos para poder ser acabado: Moses, the movie
Alguien me dijo una vez que cuando a un profesor le preguntaron que a qué se dedicaba contestó: «toco el futuro». La mayoría de la gente se pasa su vida tocando el violín, el piano o los coj* … pero gracias a las «ideas milagro» realmente podemos tocar el futuro. Y no sólo en nuetro.