Inspiradores por el mundo: Luis Ivan Cuende o la evidencia de que para algunas cosas nunca es demasiado tarde. Ni pronto.

Dicen que todo el mundo recuerda a alguien por algún motivo, pues a mi Luís Iván Cuende me recuerda a Rosa Parks. A pesar de las diferencias evidentes: Rosa Parks era mujer, negra, norteamericana y saltó a la fama con 42 años, y Luis es hombre, blanco, español y saltó a la fama con 15;  el motivo es que ambos se parecen en lo esencial: no estaban conformes con la realidad que les tocaba vivir y se enfrentaron a ella: Rosa lo hizo al racismo negándose a ceder su asiento a un blanco en un autobús y Luís Iván Cuende al sistema educativo español, emprendiendo y «evangelizando»: «tenemos que conseguir que quien no tenga trabajo se lo cree» dice a todo aquél que quiera escucharle independientemente de la edad que tenga. Y es que sí, así, como suena, Cuende no puede conducir un coche pero ya es un reconocido emprendedor que predica con el ejemplo.
Todo empezó hace 5 años, cuando Luís tenía 12 y su padre le regaló un CD con el que descubrió el software libre y que programar es divertido. Y como era casi un niño se dedicó a lo que más le divertía que en su caso no era «pasar pantallitas» sino «programarlas» hasta tal punto que con 15 años ganó la primera edición de Hacknow que le reconocía como el mejor Hacker (o lo que es lo mismo: programador para los analfabetos digitales como yo) de Europa menor de 18 años con parte del proyecto Asturix: una distribución de Linux en la que ya trabajan más de 20 personas. Ahora, además, también se encuentra en pleno desarrollo junto a Alberto Elías de una start up Holalabs que ya ha recibido varios premios internacionales
Luís se merece un puesto en mi lista de Navidad para recibir el libro porque tiene una actitud realmente admirable por saber poner su atención en lo que tiene (pasión, ambición y quizás algo de ese hambre que comentaba Steve Jobs) y no en lo que no tiene (desde la mayoría de edad o esa mítica experiencia que debería medirse en intensidad, no en años laborables). Y es que la mayoría de nosotros nos pasamos la vida buscando excusas para no hacer las cosas (desde el mítico no tengo tiempo al no menos mítico no tengo la experiencia suficiente) en lugar de buscar recursos que es exactamente lo que ha hecho Luís. Con su actitud Cuende nos recuerda que es mucho mejor poner la atención en lo que tenemos y no en lo que nos falta y que para la mayoría de cosas nunca es demasiado tarde ni, en el caso de Luís, demasiado pronto.

3 respuestas a «Inspiradores por el mundo: Luis Ivan Cuende o la evidencia de que para algunas cosas nunca es demasiado tarde. Ni pronto.»

  1. Me encanta este post porque habla de la actitud, algo que se aleja de las frías estadísticas y se acerca mucho a la pasión. Para mi es un orgullo tener un hijo que no se ha dejado adoctrinar como un clon más sino luchar por conseguir su propia personalidad contra viento y marea. Yo le he dado la libertad necesaria, él me ha dado la posibilidad de reinventarme con su modelo y ser su privilegiado alumno y cuanto más exigente es conmigo más se lo agradezco. Sin duda, su futuro, ahora, ya lo disfruta y yo lo comparto, es el premio de los que hemos creído siempre en él.

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